La planta valenciana de Ford aumentará en 1.340 puestos de trabajo su plantilla a partir de la próxima semana, un 18% más, y llegará a tener 7.200 trabajadores cuando se incorporen los contratados por el lanzamiento del vehículo comercial Transit Connect y se reinstaure el turno de noche.
A la vuelta de las vacaciones en la factoría, el próximo 19 de agosto, tras tres semanas de descanso, la planta comenzará a producir en los turnos actuales para arrancar con el de noche el 2 de septiembre, han informado fuentes sindicales.
Durante el periodo vacacional continúan las obras en la planta de Almussafes para acoger la fabricación de la furgoneta Transit, cuyo lanzamiento está previsto en septiembre y conllevará una producción diaria de 1.300 vehículos.
Para reforzar su producción, se ha contratado a un centenar de ingenieros, a 650 titulados en grado superior de Formación Profesional y a otro grupo no cualificado.
Además se implantará de nuevo el turno de noche en el que trabajarán 550 trabajadores, adelantándose así a la previsión de instaurarlo en la segunda mitad de 2014.
A más largo plazo, Ford prevé crear 500 nuevos empleos con el lanzamiento del Mondeo, previsto para después del verano de 2014. Para adaptarse a este modelo, la factoría ha iniciado una serie de obras en sus instalaciones que concluirán a principios del próximo año. Con ello, se alcanzarán los 2.000 nuevos contratos en un periodo de un año y medio en la planta valenciana, que también será el fabricante de las nuevas generaciones del Galaxy y S-Max.
Traslado desde Genk
La producción de estos dos modelos y el Mondeo fueron trasladados desde la planta belga de Genk, que se cierra a partir del año que viene, y supone reafirmar el papel estratégico y global de Almussafes dentro de la compañía con la fabricación de vehículos de mayor tamaño, contenido y valor añadido que a exportan a todo el mundo, sostiene Ford.
La demanda del Kuga, fabricado en Almussafes desde noviembre de 2012, obligó a programar sábados de producción en los meses de junio y julio para cubrir las peticiones, fundamentalmente del mercado ruso. Desde la fabricación del C-Max a finales de 2010, Ford ha invertido en la planta valenciana 1.112 millones de euros para adaptarse a los nuevos modelos.
Fuente: http://www.eleconomista.es