La campaña de las fresas, ya en su fase final con el arranque del plantón, genera cada año cerca de 3.000 empleos en diferentes zonas de la mitad norte de la provincia de Ávila, donde desarrollan su labor una decena de empresas abulenses, madrileñas y onubenses, han informado a Efe fuentes de la Junta de Castilla y León.
Precisamente a Huelva viajan el 80 por ciento de los plantones que son sembrados allá por el mes de abril y que son recogidos y clasificados ahora por los empleados contratados de forma temporal en una quincena de municipios entre los que destacan los ubicados en el Valle Amblés, cerca de la capital, y en La Moraña, en el norte.
En cerca de 450 hectáreas cuyos terrenos son preparados en marzo para la siembra al mes siguiente, crecen estas plantas que son arrancadas por máquinas que las van depositando en remolques, que a su vez las trasladan hasta las naves en cuyas mesas son seleccionadas en función su calibre, raíz y tamaño.
Así lo ha explicado a Efe Carmelo González, propietario de Gardisancho, S.L., una de las cuatro empresas que trabaja con este cultivo en la pequeña localidad de Niharra (161 habitantes), situada a 16 kilómetros de Ávila, que en la actualidad cuenta con un millar de personas dedicadas a esta actividad.
En este caso, González ha contratado para esta campaña 300 personas procedentes fundamentalmente de Ávila y del extremeño Valle del Jerte, aunque también cuenta con trabajadores de nacionalidad búlgara, rumana y marroquí.
Sólo su empresa trabaja en 60 de las 100 hectáreas dedicadas al plantón de fresas en Niharra, lo que supone algo más de terreno que el año pasado para la siembra, lo que demuestra que este sector resiste algo mejor a la crisis que otros.
Sirva como ejemplo, el hecho de que cada día parten desde su pueblo «dos trailers» cargados del plantón con destino a Marruecos, Italia, Portugal, Bélgica y algunos puntos de España, entre los que destaca la provincia de Huelva, donde llega en torno al 80 por ciento de la mercancía.
Según el dueño de Gardisancho, su empresa trabaja con cerca de cuarenta empresas onubenses, que después llenan las 8.000 hectáreas destinadas a este cultivo en aquella provincia con fresas procedentes de tierras abulenses.
Carmelo González destaca las cualidades de la provincia de Ávila para este cultivo, debido a «la altura sobre el nivel del mar -en torno a 1.000 metros-» y el frío de esta parte del centro de España, ya que «a menor temperatura, la planta acumula más azúcar».
La de González es una de las diez empresas cuya explotación está registrada en la provincia de Ávila, aunque su procedencia es abulense -3-, madrileña -2- y onubense -5-.
Entre estas últimas figuran, por ejemplo, «Marifrancis, S.L.», de Palos de la Frontera, «Condado de Huelva, SAT», de Rociana, o la «Cooperativa Agroalimentaria Hortofrutícola de Cartaya», también en la provincia de Huelva.
Todas estas empresas han sembrado plantón de fresas en municipios como Niharra, Solosancho, Blacha, Nava de Arévalo, Cabezas de Alambre y otros situados en el entorno de Arévalo, en el norte de provincia.
En todas ellas pueden verse estos días trabajando a cerca de 3.000 personas arrancando la planta de unas fresas cuya procedencia a la hora de vender el fruto será otra distinta a las tierras abulenses en la que los plantones fueron sembrados.EFE
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