El apoderado general de Saloro, Stephen Nicol, entregó ayer en el Servicio de Industria, Comercio y Turismo de la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León en Salamanca, los documentos requeridos por la Administración autonómica para cumplimentar el último trámite previo a la concesión del permiso de explotación de la mina de wolframio en el municipio salmantino de Barruecopardo.
Una vez que las autoridades estudien y certifiquen que la documentación presentada por la compañía cumple con todos los requisitos solicitados por la Junta, el Ejecutivo regional evaluará su aprobación, lo que permitiría a la empresa iniciar la construcción de la mina para la explotación del yacimiento minero de wolframio a efectos inmediatos.
El proyecto presentado por Saloro «cumple con los preceptos exigidos para garantizar la sostenibilidad medioambiental en la zona, prestando una especial atención a aquellas normativas internacionales relacionadas con la salud, la seguridad y el medioambiente», señala un comunicado.
La actividad minera proyectada en Barruecopardo ha sido diseñada de forma que «minimice cualquier impacto medioambiental que pueda causar». Así, el proyecto contempla un proceso de extracción del mineral de la roca “simple y económico” que consiste en extraer y reducir su tamaño para, posteriormente, separar el mineral de la roca por medio de agua, usando métodos gravimétricos.
El estudio realizado por Saloro para conocer la viabilidad y robustez técnica y económica del proyecto de minería de Barruecopardo, revela que esta iniciativa reportará “grandes beneficios socioeconómicos” a la comarca. El informe calcula que la mina producirá una media de 227.000 mtu (2.270 toneladas) de wolframio al año. Esta cifra supone entre el 10 y el 12 por ciento de producción mundial de wolframio no procedente de China.
La compañía prevé una inversión total de 200 millones de euros durante los primeros nueve años de vida de la mina. La mayor parte de esa cantidad se destinará a sueldos y servicios. En términos de empleo se espera crear 110 puestos de trabajo directos y alrededor de 200 indirectos.
El pasado 3 de julio tuvo lugar en el Ayuntamiento de Barruecopardo la firma del convenio de colaboración entre la empresa minera y el consistorio, según el cual Saloro se compromete a aportar al presupuesto municipal 100.000 euros anuales –en concepto de tasas y arbitrios municipales– durante el período de vigencia del proyecto. Si éstos no alcanzaran dicha cantidad, la compañía realizaría una contribución económica adicional hasta completarla.
Además, la compañía pagará al Ayuntamiento de Barruecopardo 270.000 euros, repartidos en tres pagos desde la firma del acuerdo hasta el comienzo de las actividades de producción, en concepto de anticipo de la contribución económica adicional. El primero de dichos pagos ya se ha efectuado. Por su parte, el Ayuntamiento apoyará el avance del proyecto y, dentro de sus posibilidades, agilizará los trámites de obtención de licencias y la materialización del mismo.
Saloro lleva trabajando en la preparación y adecuación de toda la documentación necesaria para conseguir el permiso de explotación de la mina de wolframio en Barruecopardo desde enero de 2011. En ese momento, presentó un primer documento que ha ido completando y al que ha ido incorporando los consejos y requerimientos solicitados por las autoridades reguladoras de Castilla y León y otras instituciones involucradas. Desde entonces y hasta la actualidad, la empresa ha mantenido un diálogo abierto y constante con dichos entes públicos con el fin de asegurar que el documento definitivo cumpla con todos los requisitos necesarios para su aprobación.
La mina de wolframio del municipio salmantino de Barruecopardo comenzó a operar a principios del siglo XX y se mantuvo activa hasta 1982, año en el que cesó su actividad y cerró. Durante ese periodo, fue una de las más importantes fuentes europeas de producción de wolframio, un mineral utilizado como materia prima “esencial” para la industria
europea.
Fuente de la Noticia: http://www.elnortedecastilla.es/