Se fijan un mínimo de seis meses de contrato y un salario superior a los 1.000 euros en las ofertas de trabajo gestionadas mediante los servicios de intermediación laboral de Barcelona Activa, así como en las ofertas publicadas en la web Barcelona Treball. El protocolo pretende garantizar un empleo de calidad, de la cual las empresas municipales tienen que ser el principal ejemplo.
El primer teniente de alcaldía, Gerardo Pisarello, destaca que las medidas emprendidas permiten avanzar hacia un sello de calidad de la ciudad con relación a las condiciones laborales. “Trabajamos con los actores sociales y económicos con el objetivo de establecer un salario mínimo de referencia, para que nadie en la ciudad gane menos de 1.000 euros”, ha asegurado.
El protocolo, que tiene el apoyo de los agentes sindicales, se suma a las iniciativas de la Estrategia para la ocupación de Barcelona, en favor de una contratación justa y sostenible. En este sentido, recientemente se anunciaron las primeras licitaciones con criterios de eficiencia social para garantizar un empleo de calidad y no discriminatorio.
Durante el 2016, unas 1.000 personas se han incorporado al mercado laboral mediante los servicios de intermediación de Barcelona Activa, 300 más que en el año anterior. Fuente: Ayuntamiento de Barcelona
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