La Consejería de Familia y Servicios Sociales pondrá en marcha próximamente un servicio de atención psicológica gratuita dirigido a familias que se encuentran en situación de conflicto, ya sea por problemas de pareja, incidencia de una separación o divorcio en los menores, dificultades con hijos adolescentes, etc., con el objetivo de conseguir el restablecimiento satisfactorio de la dinámica familiar o, en todo caso, la reducción de la intensidad de los enfrentamientos. Se trata de un programa pionero en el Estado español.
Para atender los posibles casos, la Consejería dispondrá de un listado de psicólogos que tienen que cumplir una serie de requisitos, como estar colegiados; ser licenciados o graduados en psicología; disponer de un gabinete de psicología o consulta inscrito en el Registro de Centros, Servicios y Establecimientos Sanitarios; disponer de un seguro de responsabilidad civil; no haber sido inhabilitados; haber ejercido como mínimo tres años de manera continua como psicólogo durante los últimos cuatro años y haber trabajado en terapia de familia durante los años de ejercicio profesional, entre otros.
En total, se pretende que el nuevo servicio de atención psicológica para familias de las Illes Balears disponga de una bolsa de 43 profesionales: 18 en Palma, 6 en Inca, 6 en Manacor, 3 en Mahón, 3 en Ciutadella, y 7 en Ibiza y Formentera.
A través de las sesiones que realice cada pareja o unidad familiar, se pretende restablecer la comunicación entre los diferentes miembros, aprender a resolver los conflictos desde una perspectiva que beneficie a todos los miembros implicados, aprender a afrontar las diferentes situaciones familiares desde la óptica de la asertividad y evitar reacciones agresivas, asumir la importancia que tienen los progenitores en el bienestar de sus hijos, dotar a los padres y madres de estrategias de afrontamiento ante comportamientos que suponen riesgos de violencia o atender las necesidades psicoemocionales que pueden surgir en situaciones de crisis o conflictividad intrafamiliar.
Este nuevo servicio se destina a familias con problemas de pareja que ponen en peligro la continuidad de la relación conyugal, familias con progenitores separados o divorciados con hijos que presentan secuelas conductuales y emocionales por la ruptura, familias con progenitores separados con un alto nivel de conflictividad entre ellas, familias con dinámicas intrafamiliares conflictivas graves, como divergencias sobre las pautas de educación de los hijos, dificultades con los hijos adolescentes, etc.
Las familias pueden acceder a este servicio —con un máximo de 18 a 20 sesiones— por derivación profesional desde los servicios sociales comunitarios o especializados, o bien desde el ámbito de la salud, la educación o la justicia. Las intervenciones se pueden hacer de manera individual, familiar o en grupo, según las características de la demanda y el criterio profesional.
Fuente: caib